A diferencia de libretas anteriores, ésta está pensada para que sea utilizada de manera horizontal. ¿Por qué? La idea es que se convierta en una especie de diario y, dado que las hojas del interior son blancas completamente (ni rayas, ni cuadraditos...¡nada de nada!), pueda utilizarse todo el espacio a nuestro antojo para poder enganchar entradas, fotos, etc, escribir anécdotas, dibujar...¡cualquier cosa que nos guste!. En definitiva para plasmar momentos especiales.
En toda la decoración exterior predominan los tonos pasteles. ¡Me encanta cómo combinan los dos papeles de topitos! (Los topitos son muy socorridos y siempre quedan estupendamente). Añadí un tag con un bonito mensaje y lo acompañé con una preciosa mariposa troquelada. En la parte derecha de la tapa coloqué dos florecitas y un poco de puntilla blanca. ¡Ah! y algún brillantito y perla ¡claro!.
En ambas contraportadas creé dos bolsillos, para poder seguir guardando cositas, y un marcador de páginas.
¿Es un bonito regalo, verdad?
¡Hasta pronto!
