Después de una capa de barniz y gracias al decopage, un sencillo joyero de madera se convierte el algo de lo más resultón y coqueto.
Para la decoración exterior, nada mejor que seguir la máxima del "menos es más", ya que con ella sieeeeempre se acierta. En la tapa coloqué tres muñecas rusas, que me parecieron chulísimas, algún brillantito y el nombre de la destinataria. En el contorno del joyero, únicamente puse un poquito de washi tape de estampado floral.
En el interior del joyero...poco había que hacer, ya que por él mismo ¡ya lo tenía todo!. Gracias a las separaciones de la bandeja superior y de la base hay espacio suficiente para tenerlo todo bien guardado y ordenado. ¡Todo a la vista!. Sólo hacía falta una cosa para que estuviera completo: un mini espejo, rodeado con algún sellito y brillantes, impresecindible para poder mirarse una y otra vez. Y finalmente, para crear continuidad entre exterior e interior, volví a colocar la misma washi tape en los frontales de dentro.
Ahora sólo falta llenar los espacios con muchos pendientes, anillos, pulseras, relojes, collares...
¡Hasta pronto!
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